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El retinol, un derivado de la vitamina A, se ha consolidado como uno de los activos más recomendados y efectivos para combatir el envejecimiento cutáneo.
Mejora la textura de la piel, reduce las arrugas y unifica el tono, ofreciendo resultados visibles en una rutina de cuidado facial. Este potente ingrediente estimula la producción de colágeno ayudando a mantener la firmeza de la piel y disminuye la síntesis de melanina, por lo que combate las manchas logrando así un cutis más uniforme.
Además, acelera la renovación celular, eliminando las células muertas con mayor rapidez y revelando capas de piel nuevas y luminosas. Gracias a su ligero peso molecular, el retinol puede penetrar profundamente en las capas internas de la piel, mejorando su estructura desde adentro hacia afuera.
Sin embargo, dada su potencia, es crucial incorporarlo gradualmente en la rutina para evitar irritaciones cutáneas y utilizar protección solar ya que el retinol aumenta la sensibilidad a los rayos UV.
Composición: aloe vera, glicerina vegetal, açai, macadamia, retinyl palmitate (retinol 0,3%), vitamina E, rosa mosqueta, ácido hialurónico, girasol, sangre de drago, centella asiática, vid roja, orquídea, frambuesa, ácido fítico y alga haematococcus (astaxantina).
¿QUÉ DIFERENCIA EL SÉRUM DE LA CREMA?
Los sérums faciales son fórmulas concentradas que actúan de forma rápida e intensiva, penetrando en las capas más profundas de la dermis para una reparación más efectiva.
Se absorben de inmediato y ofrecen una hidratación más intensa que las cremas, liberando sus ingredientes activos en las capas internas para tratar problemas específicos y nutrir la piel desde dentro hacia afuera.
Al tener una mayor concentración de principios activos que las cremas, son ideales para cubrir necesidades específicas y potenciar el efecto de los productos que se aplican posteriormente, optimizando, de esta manera, la rutina de belleza.
MODO DE EMPLEO
Es importante aplicar el sérum de retinol por la noche con la piel seca y limpia, mediante un suave y ligero masaje para facilitar la penetración del producto.
Si es la primera vez que se utiliza un producto con retinol hay que ser muy prudente. Durante las dos primeras semanas, aplicar el producto de 2 a 3 veces a la semana. Posteriormente, durante una semana, utilizarlo cada 2 días. Finalmente, si la piel ha tolerado el producto, se puede usar cada noche.
Antes de usar, por precaución y para prevenir reacciones adversas, se recomienda aplicar una pequeña cantidad en el dorso de la mano.